Bajo
tierra pasamos muchas desventuras, pero por suerte la antigua mina estaba mejor
construida que nuestra metrópolis de metal oxidado, la cual escupía mas
vapor que el mismo oxigeno que aspirábamos, pero eso era ser quejoso era un
sitio hermoso para vivir, aquí bajo tierra es donde nuestro Edén cae, junto con
nosotros los mineros sucios, mugrientos y cansados de trabajar, no lograban
entrar en estas claustrofóbicas cavernas.
En esta mina llena de cristales transparentes el tesoro era
el hierro, la cotidianidad nos consumía como nosotros consumíamos la tierra, no
fue hasta este día en que los mineros encontraron a alguien atrapado en esta
cueva, lo asistimos y no logramos identificarlo, buscamos a los guardias y
ellos se encargaron de asistirlo, al verlo de reojo note que tenía una grave
herida en el cuello. Poco a poco perdimos la cordura al recuperar mejor la
persecución, era una herida que le abrió el cuello y expuso los huesos
sanguinolentos al aire, que estuviera vivo era un milagro.
Nos convencimos ese día de que era un accidente causado por
alguna caída, seguimos excavando ignorantes a voluntad, pero no por negación
sino por supervivencia, para seguir con el trabajo y estar atentos al
movimiento de las piedras.
Entre crujidos y minerales agrietados logramos satisfacer la
demanda de hierro, pero los guardias querían que excaváramos más profundo, este
oficio nos suponía un gran inconveniente, teníamos que abrirle paso a las
excavadoras, las cuales tenían una forma cilíndrica, les llamamos Lampreas como
a las sanguijuelas marinas. Abrimos paso a la maquina quitando todos aquellos
minerales que la pudieran estropear, sería más fácil ponerla a funcionar y que
abriera el paso pero teníamos demasiado equipo dentro de la caverna y sería
peligroso.
Satisfactoriamente logramos abrirle paso a tan grande animal
de acero y titanio, con taladros que le hacían parecer un mounstro de pesadilla
convertido en máquina, y así como una criatura mítica abrió el camino, esta
máquina hubiera dañado nuestro progreso dañado el hierro si no nos ocupábamos
adecuadamente. El mecanismo de la Lamprea permitía que se abriera un túnel por
el cual se pudiera pasar al terminar el trabajo, se separaban los taladros y se
abría una puerta que creaba un tubo que cruzaba la pared que nos llevaría más
profundo, donde se observaban mejores joyas y mayor cantidad de metales
básicos.
Caminamos e iluminamos la nueva área, yo me sentía bastante
feliz, a pesar de todo era un espectáculo visual hermoso, parecía que el
cristal que más menospreciábamos era el espectáculo principal, creado con el
puentes sin rumbo que cruzaban la zona, colores preciosos a causa de los
minerales que nunca recogíamos por no necesitarlos, el Jade reflejado creaba un
espejismo de vegetación, el lapislázuli traía lagunas y cielos.
Podría seguir describiendo cada piedra hermosa que formaba
este conjunto de belleza, era tanta que ver cualquier cosa que no fuera un
componente perfecto era increíblemente sencillo, logramos ver estructuras que
no eran naturales, la arquitectura, si es que era de origen humano, no
estábamos informados ni los mineros ni los guardias que nos acompañaban por
curiosidad.
En un momento dado todos nos reunimos frente al túnel que
atravesaba a la Lamprea, descansamos de tanto trabajo mientras nos deleitábamos
con esa hermosa vista, la bella visión que siempre busque cuando me volví
minero, una pintura fantástica que solo podía haber sido pintada por un gran
artista y traída en un libro infantil ya hace mucho tiempo.
Era el final del trabajo, teníamos que irnos a casa,
entonces extrañaba ya esa hermosa visión, soy un hombre solitario, no tengo
mucho por que volver a la superficie, mi familia se dedicó a la guerra y por
ello la perdí, por lo que nada me levanta de nuevo hacia arriba sino los
guardias que no quisieran verme allá abajo sin hacer nada.
Se me ocurrió la idea de escabullirme en la investigación
para ver esa hermosa imagen de nuevo, así que convencí a un soldado de que
podría ayudar en la búsqueda, él era de confianza, llevamos mucho tiempo juntos
haciendo tratos de todo tipo, logre entrar luego de la multitud de soldados
armados, el uniforme era de un material que habíamos inventado para sobrevivir
en los pozos mineros, reforzados para soportar rocas e impermeables para
inundaciones subterráneas.
No entendía muy bien porque los militares bajaban a este
lugar, al parecer por lo que logre escuchar entre voces bajas de compañeros
discutiendo, allá abajo hay un sitio arqueológico, desde que encontramos hace
mucho tiempo unos mercenarios en templos sagrados los arqueólogos han tenido
que pedir ayuda obligatoria del ejército, aun en este lugar por vigencia de la
ley.
Marchamos por los puentes hechos de cristal transparente,
hicimos que la lamprea avanzara con nosotros cavando para llegar cada vez más
profundo, fue hermoso poder ver esas hermosas figuras de cristal, con el
lapislázuli y el verde del Jade que me hacía sentir en un paraíso subterráneo
como en las ilustraciones de mi niñez.
Con el tiempo no fui el único minero que bajo, aunque eran
los de mayor rango los que vinieron, alguien tan humilde como yo no podría
haber bajado de otra forma, pensaba en ello mientras bajaba y era ignorado por
los demás con quienes trabajaba tan arduamente cada día, al parecer había algo
allá abajo que les interesaba más que una charla.
Descendimos hasta llegar a las estructuras extrañas, eran de
piedra y parecían de arquitectura muy primitiva en comparación a nuestras
viviendas más rusticas, aun así era bastante admirable, tenían detallados de
grifos, con mucho detalle en los pilares que estaban en la entrada, el resto
era indescriptiblemente precioso.
Las paredes hechas con los minerales que estaban en el área
haciendo mosaicos de hombres y mujeres bastante detallados a pesar de ser
hechas con un montón de rocas semipreciosas.
Tuvimos que abrirnos paso entre las ruinas ya que la puerta
principal estaba hecho de metales bastante duros, era una aleación de hierro y
titanio por lo que pude deducir al verla en ese estado. Caminamos por un
pasillo oscuro con la luz de unas pocas linternas y logramos ver varias
hermosas figuras de monstros mitológicos, que a muchos les dieron un susto de
muerte en un principio incluyéndome, aunque ignorando esas figuras los
corredores estaban vacíos y destrozados con poco más que algunos detalles como
los de la entrada.
Al parecer el miedo del pueblo era infundado, no habían
personas aquí, desde un principio yo sabía esto ¿Cómo es que alguien podría
haber llegado hasta acá abajo? Sobre todo con el hecho de que tuvimos que cavar
para entrar, era algo bastante estúpido, supongo que no puse atención en ello
solo por curiosidad de saber que hay aquí abajo.
En la cola de gente que marchaba hasta lo más profundo de la
estructura se encontraba mi amigo, me le acerque lo más que pude para que
cuando le hablara no tuviera necesidad de levantar la voz.
−Oye sé que esto es andar de metiche, pero ¿sabes por qué los
tuyos fueron llamados para bajar acá? –Le pregunte mientras marchábamos en la
oscuridad junto a los demás soldados.
−De verdad que tengo poca información sobre esto, seguro
debe ser una misión de entrenamiento para nosotros, no hemos tenido trabajo, parece
que lo bélico está desapareciendo de nuestra utopía−.
−Pero no es ridículo pensar en este lugar para hacer
entrenamiento, mucho menos para reconocimiento militar, es imposible que
alguien más allá entrado antes que nosotros, más aun, ¿Cómo alguien construyo
todo esto bajo tierra?−.
Él estaba de acuerdo con lo que acabo de decir por su mirada
confundida, aun así le llego la respuesta –Solo he venido hasta acá por
inercia, solo sigo ordenes, ya me conoces no pienso el porqué de las cosas como
tú−.
−Deberías algún día, imagínate yendo a la guerra sin saber
quién es bueno o malo−.
−En la guerra no hay buenos ni malos, solo hay equipo A y
equipo B−.
−Dicen que así es la lógica, pero la imaginación te lleva al
infinito−.
−No tiene mucho sentido eso ¿pensar las cosas del trabajo?
Eres un minero−.
−Si lo soy con orgullo, era geólogo, me encantan las
piedras, los colores que pueden tener, quise saber el porque, me uni a este
grupo de obreros justamente para ver de cerca las rocas−.
−Y robarte un montón de piedras, que de paso, ni son
preciosas, solo a ti se te ocurre eso−.
−Semipreciosas mi hermano, son hermosas a pesar de todo− en
ese momento le señale las paredes adornadas con estas piedras –¿de verdad crees
que podrías encontrar tantos diamantes como esas piedras y hacer que se vean
así y sea rentable su construcción?−.
−Puede ser eso cierto, ¿pero para que estudiar cada piedra,
clarificarlas, saber sus nombres los posibles colores?−.
−¿Por qué los científicos investigaron la teoría del
universo? Por curiosidad y así han ayudado a inventar máquinas y a hacer volar
la imaginación en el camino correcto−.
−Aun así creo que lo que estudias es inútil, y me parece más
tonto pensar que elegiste ser eso−.
−Tu querías ser pintor ¿no es así? –.
−Pero termine en la milicia, hay que tener dinero−.
−Eres un esclavo entonces− y me eche a reír.
−Un esclavo no tendría dinero para tener mi casa− el rió
sarcásticamente ante mi ideal.
Cuando hablábamos de estos temas nunca éramos demasiado
serios, era costumbre nuestra, no era mi mejor amigo, ni tampoco el peor, ya
que la mayoría de mis amistades murieron a causa de accidentes que impulsaron
la creación de los trajes que ahora usamos al excavar, fue algo horrible pero
logre superar sus muertes hace mucho tiempo.
Llegamos al sitio más lejano a la salida, o al menos a mí
percepción, estaba bastante nervioso por el asunto de la oscuridad, aun con
linternas era peligroso andar por un edificio en ruinas por bien que hayan
escogido el material de construcción.
Los soldados ordenaron a los demás que se quedaran atrás y
entraron rápidamente en una cámara que se encontraba frente a nosotros, el
negro del carbón era lo que podía pensar que había dentro, la luz era
inexistente y el aire frió que salía de allí nos alejó por más escépticos que
fuéramos algunos como yo.
Decidí no hacer caso y entrar entre la fila de personas, fue
demasiado fácil, mi amigo se dio cuenta y por su expresión parecía que quería
matarme, pero no cedí, quería saber que había allá dentro, sobre todo con ver
las rocas increíbles que estaban frente a este lugar, seguro había algún tesoro
mineral dentro de esa cámara.
En lo primero que me fije era en la composición del suelo,
estaba muy bien hecho, pero ese mineral era difícil fundirlo y moldearlo en una
sola pieza, por lo que aprecie mucho la tecnología de los que crearon este
sitio.
Paso el rato y estaba nervioso porque alguien se diera
cuenta de mi presencia además de mi compañero, estaban tan ocupados buscando
algo que no se percataban de las personas que tenían a su alrededor. Era un
nerviosismo que se notaba en toda la habitación, yo solo me fije en las paredes
adornadas con esas hermosas piedras, aunque habían sitios donde no había nada
en especial, incluso había una pared hecha de un mineral que nunca pudimos
volver grueso, solo servía para hacer puertas, me parecía curioso que otra
civilización pudiera usar de esa forma el platino, dejamos de usar esa
tecnología luego de la construcción del distrito Cuproros.
Revise de cerca ese muro, descubrí que se podía mover, los
demás por fin se dieron cuenta de mi acción y al ver que se movía corrieron
todos al muro, al parecer había encontrado algo que ellos estaban buscando.
Busque de alejarme rápido del grupo y fui con mi amigo que hacia guardia en la
puerta, me regaño por entrar allá sin ningún permiso, pero como nadie se dio
cuenta no hubo mucha discusión. Solo nos quedamos afuera con otros diez
militares y tres médicos de campo, los cuales estaban bastante asustados, fui a
presentarme, vi que tenían equipo de investigación, no pareciera que fueran a
investigar piedras, había equipo que pareciera para investigar enfermedades,
tubos de ensayo y microscopios.
Me le acerque al que estaba trabajando en una mesa pequeña
con todo el equipo impulsado con un pequeño generador−Hola quisiera
presentarme, me llamo Chris Cestus−.
−Un placer soy Airon Winged, usted es uno de los obreros, me
parece muy alegre que haya podido acompañarnos hasta aquí abajo− solo se apartó
un poco del microscopio y volvió a mirar.
−¡Y claro que es un placer! Me encanta ver rocas tan
preciosas y este arte tan hermoso−.
−Pues usted parece el único que lo ve así, venimos hacer una
investigación sobre algunos sucesos que se han dado en varios sitios
arqueológicos− hablaba aun con el ojo puesto en lo que sea que estuviera
estudiando.
−Me parece estúpido pensar que hay terroristas aquí−.
−Nada de eso, eso de los bandidos en los sitios
arqueológicos termino siendo un rumor, aun no tenemos los datos claros pero al
parecer puede ser una especie de animal−.
−¿Cómo esta tan seguro de eso? –.
−Haciéndole una autopsia a los cuerpos de las víctimas en
las expediciones de la superficie, logramos ver que tenían rastro de un virus
que parece proveniente de una especie de veneno natural, aunque su naturaleza
es extraña−.
−¿El público en general sabe de este asunto? –.
−Aun no, solo es una teoría, puede ser que fueran bandidos
también, que usan el veneno para que no encontremos el rastro de sus armas
¿Quién sabe? –Entonces se separó por fin del microscopio –mire esto−.
Me aproxime el ojo al lente del aparato y vi un trozo de
mineral, de echo eran varios de diversas densidades y durezas, aunque había una
cosa que se estaba moviendo al lado −¿Qué es eso que se mueve? –.
−Es el veneno, apenas lo estamos revisando, al parecer pasa
algo interesante si se le deja junto a minerales duros, los corroe, pero no
solo eso, los moldea, incluso como puede ver a puesto los minerales alrededor
suyo como una especie de protección, al parecer estos organismos tienen
instintos de supervivencia e inteligencia parecida al de un animal−.
−¿Qué tiene eso de raro? –.
−Que los virus no son animales, no tienen la misma
inteligencia, dependen de organismos para sobrevivir, pero este no, lo que es
peor logramos ver que tiene sistema digestivo, consume los materiales orgánicos
de su alrededor, no como los virus, estos no consumen para reproducirse, se
reproducen dividiéndose, y pueden consumir organismos más complejos para crecer
e incluso hacerse pasar por un virus cuando en realidad son parásitos−.
−Esa es bastante información, perdone que no entienda porque
esta tan alterado, además ¿Por qué me da esta información? – Deje de ver por el
microscopio.
−Próximamente daremos la noticia al mundo, aquí abajo se han
encontrado piedras con rastros de este organismo, incluso podemos deducir que
gracias a ello la cueva anterior se ve tan paradisiaca−.
−¿Entonces cuál es el problema? –.
−Que no solo pueden moldear cosas inorgánicas, también
pueden crear… Formaciones extrañas en el tejido humano−.
−¿Cómo? –.
–¿Por qué crees que tenemos soldados armados? Ese organismo
puede causar que personas se vuelvan violentas o simplemente pacientes
epidémicos, se tiene que usaremos armas de destrucción biológica, ya las
conoces, son munición que causa incendios que calcinan todo el cuerpo, ellos
traen estas armas que usábamos antes para quemar campos contaminados con
plagas–.
–¿Y esperan conseguir un espécimen aquí dentro? –.
–Así es– Dejo de hablarme y siguió con sus observaciones,
pero mientras me iba añadió –espero que podamos todos salir con una joya o
dos–.
Interesado pensé en la posibilidad de ser esa criatura
diminuta, poder moldear las piedras y darles la forma que quisiera sin tener
que ser un gran artista, aun así lo que me dijo Winged me inquietaba bastante.
Paso el rato entre un silencio de muerte mientras sentía como la brisa pasaba
por la habitación en la que hicieron la incursión los demás guerreros, el miedo
en mi crecía en pensar que les hubiera caído algo encima y hubieran muerto, o
que se les escapara una bala sin querer y perdiera la vida alguien.
De repente sonó el sonido de un disparo mi imaginación
término en presagio, los soldados que estaban con nosotros entraron rápidamente
armados y un cuerpo salió volando fuera de la cámara a gran velocidad,
impactando contra la mitad de la infantería que trato de seguir avanzando a
pesar de todo, los médicos salieron corriendo lo más lejos posible, yo incluido
tuve que salir huyendo. Mientras corría vi atrás y después de un momento en que
logre ver a los soldados disparándole a algo, corrieron lo más que pudieron y
antes de que una pared tapara mi visión, vi como uno de ellos era alcanzado
rápidamente por algo.
El miedo nos invadía y solo teníamos a mi compañero que
había logrado escapar con nosotros, él tenía un rifle que usaba municiones
crematorias, buscábamos salir para llegar a la lamprea que tenía una salida. No
teníamos a nadie allá fuera por lo que veíamos nos habían abandonado, porque
gritábamos sin cesar y el eco debería haber hecho que los que protegían el
túnel reaccionaran respondiendo nuestras plegarias.
Aterrorizados buscamos un sitio por el cual llegar a la
salida rápidamente, logramos salir y llegar a la lamprea, pero esta estaba
sellada, al parecer todos se habían ido y nos dejaron a nuestra suerte en este
lugar al cual solo tenía la iluminación de nuestras linternas y las luces de la
máquina que ahora era nuestra puerta de celda. Recordando un poco a quienes
habíamos dejado atrás nos dimos cuenta de que el capitán tenía un control
remoto que hacía que la maquina abriera el pasillo que daba paso a las personas
a través de él.
−Voy a buscar al capitán, mientras toma este comunicador,
intente llamar al capitán mientras corríamos pero no hay señal a esta
profundidad, te daré varios, tome estos de los soldados para hacerle bromas,
quien diría que ahora les serviría para hablar con nosotros si siguieran con
vida− tomo los aparatos y los repartió entre nosotros quedándose con uno.
−No te arriesgues ni te pongas a sufrir por ello− dijo
Winged el médico.
−Nosotros no regresaremos allá− expreso otro médico con lo
que el que restaba añadió –prefiero morir de inanición a saber qué fue lo que
les paso−.
De repente vi una pared hecha de un material bastante débil,
haciéndome decir−Yo tengo una idea− Saque mi pico, el que siempre tengo para
llevarme piedras a escondidas −¿Ven esos picos de allí? Ayúdenme a cavar esta
pared para llegar afuera, si trabajamos juntos podremos salir en un par de
horas−.
Tomamos cartas en el asunto y repartimos los aparatos para
tratae de contactar con la superficie, también empezaron a cavar aunque mi
amigo impaciente quería salir mas que todos nosotros.
−Voy alla dentro, tengo que terminar la misión−.
−¿Qué misión exactamente? – pregunte.
−¡Ni se te ocurra! Lo que sea que estuviéramos buscando es
algo que no podemos controlar, ¿ves lo que le hizo a aquel hombre que salió
volando sobre nosotros? – reclamaba exaltado Winged mientras trataba de ayudar
con la excavación.
−Si no quieren ir conmigo, iré solo, tengo que llegar con
cualquier cosa aunque sea solo el traje ensangrentado de mis compañeros− y
empezó a preparar su arma revisando que funcionara.
Intente persuadirlo −No seas estúpido, si nos separamos no
haremos nada y nos quedaremos enterrados aquí no con mucha vida−.
−Me iré igual, tengo que cumplir mi orden o perderé el
empleo, te dictare lo que vea allá abajo− a esto se fue solo y nosotros
continuamos trabajando.
Al irse el medico se había cansado y empezó a repasar sus
apuntes, era algo curioso ver que de todo lo que había allá en su laboratorio
estacionario solo se quedara con eso, cada uno tomaba su turno para trabajar,
mi amigo estaba aún entrando y nada que ver con las comunicaciones del
exterior, no pudimos contactar ni con esos potentes radios, hasta pareciera que
nos ignoraran a propósito.
Coordine a los doctores para que trabajaran como si fueran
un grupo de mineros, les dije donde picar para que se derrumbara más rápido la
pared, tuvimos un momento de inspiración y logramos crear una pequeña fisura
que poco a poco se hacía más grande, la cual haría que todo el bloque de roca
se derrumbara en una avalancha hacia nosotros, así que nos tomamos un respiro
para contactar con mi compañero.
Desde aquí narrare lo que el describía mientras estaba
avanzando al interior de ese lugar.
La entrada sigue igual, pude ver como sería el camino para
llegar al puesto de control al frente de la cámara, caminar por tanta oscuridad
con solo la luz de la linterna que había atado a mi arma con mis medias era
estresante. Llegue al pasillo que tenía a los grifos, seguí caminando y
encontré un cuerpo de un compañero, seguía con vida pero por alguna razón tenía
hipotermia, se veía una gran herida en el cuello y las manos tenían la piel al
revés, con los músculos a aire gélido el cual, es escaso a esta profundidad.
Me dijo –el espécimen, toma mi chaqueta, puedes dárselo al
jefe para terminar la misión…− a lo que extendió un trozo de tela que se le
había arrancado con sangre congelada por alguna razón.
Tuve que insistir −No, tengo que matar lo que sea esa cosa,
no puedo dejar algo así con vida en estas profundidades−.
−Vete lo que sea que me haya hecho esto, no puede morir− en
ese momento vomito algo de sangre y deje de escuchar el eco de su respiración.
Decidí seguir, por más que puedan crear una salida de este
limbo de cristal, no puedo simplemente picar la pared, me acercare a ver qué
fue lo que les paso a mis hermanos de armas.
Logre ver el puesto de control lleno de cristales rojos,
posiblemente era sangre, pero no sabía porque estaba en estado sólido, ni mucho
menos por que no encontré los cadáveres, por lo que revise atento ante el
silencio de la oscuridad fría. Fue un parpadeo un reflejo de ojo por el cual vi
algo que se movía, a poca vista parecía ser mi capitán pero al verlo más de
cerca solo era su cadáver, el cual estaba despellejado, con la piel en forma de
alas detrás de su carne sanguinolenta por la que se veían sus músculos, también
congelados sus músculos como la sangre que mi en el piso, me resbale con la
misma y busque de irme.
Encontré a algunos supervivientes escondidos entre algún que
otro resto de roca, estaban aterrorizados, por lo que les subí algo la moral
hablándoles un poco de como seria la llegada a casa.
Ellos eran de los mejores soldados, entrenados en el combate
cuerpo a cuerpo para controlar animales en la crisis que causo el encuentro de
una manada de carnívoros con la ciudad en sus primeros años. A pesar de no ser
de los originales eran de los mejores de nuestra era, por lo que tomamos
nuestras armas y buscamos a lo que estuviera matándonos.
Al principio teníamos la moral bastante bien, pero mientras
más veíamos como habían terminado nuestros compañeros simplemente perdimos toda
esperanza, como si dios nos hubiera abandonado.
Por fin entramos a la parte de la cámara que tenía la puerta
secreta, logramos entrar pero lo que vimos nos hizo paralizarlos, todos
nuestros compañeros estaban siendo devorados por algo, algo que solo se podía
observar por la luz casi extinta de una linterna, lo que fuera esa cosa lanzo
el cadáver del soldado contra nosotros y no nos dio tiempo para correr cuando
agarro a uno de los que había encontrado, fue un movimiento rápido, no lo dejo
escapar, sus cuchillas incluso no podían traspasar bien nuestras armaduras pero
vi como lanzaba un humo que congelaba a su víctima y rápidamente corto los
puntos débiles de la armadura y el pobre hombre no podía moverse sin que eso lo
estuviera rociando de ese aliento helado, seguido de un golpe contundente en la
cabeza que lo dejaba mareado para al final arrancarle la cabeza y destrozarle
la armadura desde la piel hacia afuera clavando sus cuchillas en los puntos
débiles.
Después de su muerte nos quedamos en shock al ver la
criatura, tenía una forma antropomórfica con un cráneo de reptil con dientes
parecidos a los del fósil de un dinosaurio carnívoro, su piel era roja y
sanguinolenta pero con similitud a cuero curtido, sus ojos eran un par de hoyos
negros que parecían ser la cerradura de la puerta al infierno, tenía brazos
como mantis pero parecía una estructura ósea, como unas costillas gigantes y
afiladas por brazos de mantis. Tal vez lo más perturbador eran sus patas de
araña, tenía el torso unido al cuerpo de una araña como si fuera un centauro,
pero envés de un cuerpo de caballo, uno de ciempiés. Viéndolo en acción se
notaba que ese insecto gigante no dejaba que reaccionáramos, nos mataba con un
aliento que podía convertir extremidades en carne conservada al frio,
desollándonos y enloqueciéndonos con ataques veloces.
Logre escapar gracias a que uno de mis compañeros agarro a
la bestia lo más fuerte que pudo, tuve que correr como nunca mientras esa cosa
corría a la velocidad de una araña cazando un animal, se quedó atorado en una
salida y logre escapar apenas.
A este punto termino de narrarme lo que pasaba y hubo un
silencio de muerte, pasaban minutos que se sentían horas. Después de un tiempo
la espera termino y el logro salir de una pieza.
−Me diste un susto de muerte, ¿Qué es lo que viste?
–pregunto el doctor Winged.
Me le acerque a mi amigo que parecía traumatiza –Hermano,
estas pálido siéntate, ya casi tenemos listo el camino de regreso a casa−.
−Lo que vi… era un demonio, era algo que no podía ser real,
pero lo era y los mato a todos−.
−Tranquilo, respira hondo, vamos a trabajar, tu quédate
tranquilo−.
Empezamos a trabajar de nuevo, el doctor estaba revisando
sus apuntes y luego de una pausa en la que él estaba con una mirada de muerte,
se le ocurrió algo, era bastante obvio por su expresión, se había dado cuenta
de algo en sus apuntes, se paró y en frente de todos se puso como si fuera a
dar un discurso.
−Oigan todos, creo que ya sé que rayos es esa cosa y como
hace todos esos ataques… Extraños…−.
−¿Hablas de cómo nos congelaba los miembros?− dijo mi
compañero.
−¿Estas familiarizado con nuestras armas químicas? –.
−Claro, hemos creado varias y les hemos dado un uso
excepcional−.
−Bueno un proyecto que se perdió fue el de usar Nitrógeno
líquido, ningún arma que no fuera un prototipo, que por cierto destruyeron hace
tiempo por no haber ninguna necesidad en la paz de nuestra utopía−.
−¿A qué quieres llegar? – Pregunte –solo hablas de cosas que
no tienen que ver, esa cosa era como un animal ¿no es así? –
−Bueno, según lo que he investigado, el organismo de que te
hable… Puede controlar el nitrógeno líquido al igual que el arma, y el efecto
del nitrógeno líquido es…–.
–Congelamiento– pensó el soldado en voz alta.
–Así es, no solo eso crece con cada organismo consumido, es
decir, esa cosa que estaba allá dentro se alimentó y creció a ese punto, pero
tal vez lo peor es lo que descubrí acerca del organismo hace tiempo, algo que
no me ha dejado tranquilo– Tomo su libro y señalo una página con el índice
–Puede hacer selección natural–.
–Nosotros también podemos no es algo elementalmente raro…–
respondió otro doctor.
–Tal vez, pero el asunto es que puede hacer que se acelere
la selección natural, pero no en sí mismo sino en el individuo con que hace
unión o simbiosis– mostro una imagen de la célula unida a otra más grande
–Puede cambiar la forma de un ser vivo, pero lo hace según lo que el otro
quiera ser–.
–No lo e pillado– Decía mi amigo con el que yo estaba de
acuerdo.
–Si un insecto quiere comerse un asno, y con lo que come
volverse más grande para comer un elefante… O incluso querer ser inmune a un
gas molesto, hasta controlarlo, hasta ser inteligente para combinarlo con otros
gases…– explicaba bastante alterado Winged.
–¿Estás diciendo que esa cosa es un insecto que se convirtió
en un monstro gigante por que quiso? – pregunte.
–Exactamente, si esa enfermedad llega a la superficie ¿qué
crees que pase? –.
–Felicidad en la ciudad ¿verdad? – pensé.
–Te lo diré: Los humanos a diferencia de los animales
pensamos más, pero como estamos en una sociedad no pensamos en supervivencia, pensamos
en cosas completamente abstractas, como cuando te dan ganas de lanzarte de un
precipicio o matar a alguien, imagínate si este organismo estuviera en ti y te
enojas con tu esposa o un amigo. Te volverías un monstro que la mataría de la
forma más horrible que pudieras haber imaginado en ese momento–.
–¿Cómo sabes tanto acerca de esto y nosotros no? – empezaron
a interrogarle los doctores.
–Porque soy un medico investigador, me enviaron aquí para
conseguir la cura de la enfermedad de respiración que azota a la ciudad de
Ferroros, el humo de las industrias a hecho irrespirable el aire en ese
distrito, por ello algo como un “deseo no tener esa enfermedad” era un rumor
por el que enviaríamos todo a esta profundidad. No esperaba que fuera tan
poderoso, no esperaba que algo asi pudiera llegar a ser tan peligroso solo en
un insecto–
–Entonces tenemos que irnos de aquí cuanto antes, ¿sabes si
estamos infectados con eso? – se repuso mi acompañante –Mire esta muestra, me
la dio un amigo mío, espero le ayude a saber cómo usar ese poder contra el–.
–Ni lo intentare, esa cosa solo infecta bien según ciertas
circunstancias, por ejemplo, debes dormir mientras esta traspasando tu cuerpo
para que no sientas la incomodidad y simplemente desees no tener ese dolor o cosa.
Además depende de la suerte también–.
–¿Cómo sabe eso de la infección? –.
–Porque hubo un brote, un brote que se dio en unos
vagabundos que estaban en la zona arqueológica fuera de la ciudad–.
–Entonces todo eso de los terroristas es falso? –.
–¿Por qué usaríamos armas tan poderosas contra unos
soldaditos de juguete? Vimos cómo se convertían en monstruos de pesadilla,
algunos parecían genitales gigantes, tenían costillas tan grandes que mataban
gente con ellas, no solo es algo de “quiero ser un gatito” cualquier cosa que
pienses se puede hacer realidad incluso sin opción de elegir– el doctor a este
punto estaba devastado recordando esa imagen.
–Entonces, ¿es posible que nuestros amigos desollados con
alas de ángel solo fuera el producto de la imaginación de ellos mismos? –
pregunto el de infantería con mucho pesar.
–Exactamente, seguro que si ese monstruo no los mataba ellos
serían el monstruo– entonces se fijó en la estructura donde paso todo y se
quedó pálido, casi que se confundía con el color blanco de su bata –Espero este
paranoico, allí viene algo–.
Todos volteamos a ver en dirección a la visión de Winged y
vimos al monstruo tal como lo describió, y venía a la velocidad de una rata,
no, iba mucho, mucho más rápido que un simple roedor, destruía todo a su paso y
por el túnel que cavamos intentábamos escapar. Esa cosa agarro a uno de los
nuestros y lo pico en dos, luego lo lanzo hacia nosotros para que nos
impactara, escapamos a una zona segura, el soldado disparaba gritando como si
lo estuvieran despedazando y cuando le dio desolló al bicho a punta de fuego,
se le veían huesos irónicamente y larvas como solitarias que no tardaron en
salir y atrapar a otro médico, al parecer en un susto de muerte Winged pensó
que iba a morir, pero no murió.
Después de acabar con todos quedamos los tres, tuve que
ingeniármelas y usar la fisura que había calculado para hacer caer el techo
cobre la bestia, tome el pico y derrumbe el techo lo que abrió un gran espacio
alrededor de la lamprea, una avalancha cayó sobre la bestia y pudimos escapar
de a poco, esa criatura seguía con vida y pudimos escuchar sus gritos los
cuales parecían ser lamentos, al parecer lo eran, estaba imitando las voces de
nuestros compañeros al morir.
Luego de parar de hacernos sentir terriblemente
aterrorizados se levantó de nuevo y paso al frente nuestro pero estaba buscando
a mi amigo, el cual se había ido a un piso superior, solos y acorralados por
eso yo y el medico esperábamos la muerte, pero recibimos un susurro del diablo
–Esclavos, debo matar a los esclavos…– en una voz grave y deprimente.
–Los esclavos, los que no son libres deben morir…–.
Era ese demonio, estaba hablando nuestra lengua sin errores,
su tono nos perturbaba pero no buscaba matarnos a nosotros sino a nuestro
amigo, con lo que se me ocurrió intentar hablar con él, hacer diplomacia con
una masa de músculos y cascaras de varios metros de alto.
–Eres inteligente, dime bestia ¿quién eres y que quieres de
nosotros? – en ese momento se giró a mí, te juro que nunca me sentí tan
asustado desde que casi muero de una caída.
–Soy D’Pain, el señor del dolor, busco a los esbirros de la
esclavitud, a los que no han elegido por su cuenta su destino para acabar con
su miseria–.
–¿Somos esclavos? – pregunto el doctor.
–Ustedes son hombres libres, eligieron buscarme, de todas
las opciones eligieron buscar, no les obligaron, no decidieron el destino por
ustedes. A ustedes humanos mesias del libre albedrío no les quitare la vida, a
menos que me ataquen de nuevo, estoy buscando a quienes son esclavos, todos
allá arriba sometidos por el conformismo–
–¡No soy un esclavo! ¡Soy un digno miembro de la guardia
Aurica!– grito el guerrero montado en la lamprea.
D’Pain lo señalo–Tu eres a quien busco, tu eres quien esta
encadenado, viniste aunque sabias que ibas a morir, pero no por tu decisión,
solo lo hiciste siendo esclavo de la codicia, del orgullo y de la ira–
–No soy esclavo, ¡Yo tengo nombre! – afirmaba de nuevo.
–Te perdonare la vida si me lo demuestras, dime ¿Cómo te ha
llamado tu progenie? –
–Mi nombre es…–
–Mi… nombre…–
–Mi… no puedo…–
–¡No puedo! ¡No puedo recordar mi propio nombre–.
–Te contare el por qué, hace años ustedes fueron infectados
por una plaga, la plaga de bendición, ustedes fueron ayudados por unas
criaturas minúsculas y con ellas sobrevivieron al desierto que ahora es su
hogar, en un principio ustedes eran como dioses, inmunes a todo, no necesitaban
aire, ni comida, ni agua, ni reproducirse. Pero les gustaba tanto el placer de
comer, beber, coger, lamer, sentir, tomar, adolecer… Que no aguantaron nada y
desearon ser humanos normales de nuevo, ahora ¿qué es lo que pasa con tu
nombre? Deseaste olvidarlo, te embarcaste tanto en tu arrogancia y codicia para
ser un soldado que ya nadie te llama por tu nombre real, ahora eres un esclavo
enumerado y con un rango para clasificar tu eficiencia, en pocas palabras tu
rango es tu nivel de puta y lo has vuelto tu nombre, desde hace tiempo no eres
nombrado al igual una furcia; esa es la cura por cierto, dejar de ser una puta
y de verdad desear no morir como un conformista– a este punto todos estábamos
paralizados y confundidos, entonces de la ira mi compañero puso a andar la
lamprea y trato de matar al señor del dolor.
–Eres patético– dijo D’Pain, a lo que destruyo la maquina
con un montón de golpes rápidos destrozando al hombre como si fuera carne
molida.
Después toda esa carne molida se retorcía, hasta convertirse
en un monstruo que recuerdo bien era idéntico a un demonio con alas de piel y
cuerpo de musculo.
–No has podido ni siquiera elegir un monstruo diferente al
primer tipo que mate, el que lance por el aire se le ocurrió esa pesadilla para
pelear contra mí, pero cuando trato de recuperarse lo mataron esos esclavos, es
una lástima que muera un bienaventurado. El recordaba su propio nombre, se
hacía llamar Burial, un demonio como yo después seguro use su forma en un
futuro–
–¿¡Qué mierda eres!? –grito lo que antes era amigo mío.
–Soy el que castiga a los tiranos y extermina a sus
discípulos, soy el asesino de reyes, el guardián del templo demoníaco, soy un
ente que encerraron n un pequeño insecto, y ahora quiero levantarme para acabar
con todos aquellos que hablen blasfemias de lo que significa la libertad. Se
podría decir que es una motivación muy humana– a esto el ángel de alas de cuero
humano se comió su arma y de su boca lanzo llamas mientras su piel se rostizaba
lentamente, uso su propio cuerpo como carbón para matar al diablo elocuente.
Murió, nuestro compañero ahora era lo que nos mataría, pero
se me ocurrió que solo debía desearlo solo debía desear que mi cuerpo no lo
atravesara sus uñas ahora largas y sanguinolentas hechas de metal incrustado de
la destrozada maquinaria. No sentí ni dolor, ni que me atravesara, ni cuando
trato de arrancarme los ojos, no pudo, era cierto, siempre estuve infectado.
Además el medico pensó lo mismo, se convirtió en un hombre árbol, parece que lo
disfrutaba, yo desee cubrirme de piedras, y así fue, era algo hermoso a pesar
del daño que hizo en esta mina.
Después de muchos intentos no puso hacernos nada, luego de
un rato nos fuimos sin el a la superficie, donde mis propios amigos me vieron como
un monstruo, nunca me dijeron sus nombres, pero aun así los quería, aunque
fueran esclavos, decidí morir en ese entonces, el medico también, recibimos
proyectiles de todo tipo y perdimos la vida poco a poco…
Pero antes de perder la conciencia escuchamos una voz de lo
profundo de la oscuridad gritando –¿¡Por qué no mueres!? – y una voz horrible
pero terriblemente persuasiva dijo –¿Por qué mentirte? Desde el principio te
dije que era un demonio, y los demonios no depende más de un cuerpo, solo
necesitamos del pecado humano para siempre volver–.
FIN
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